Seguramente, ya nos hemos encontrado con la duda de qué preguntar en una entrevista de trabajo ya que es algo que muchos responsables de selección valoran positivamente. Por eso, independientemente de la complejidad de la entrevista laboral que enfrentemos, la preparación es imprescindible para salir triunfantes e incluso conseguir el puesto.
Si ya has consultado nuestra guía sobre las preguntas y respuestas en una entrevista de trabajo tienes una gran parte de la preparación adelantada pero es importante trabajar en lo que debería ser nuestra actitud y cómo abordar ciertas cuestiones.
Lo habitual en muchos casos es una actitud pasiva, donde el responsable del proceso de selección hace las preguntas y el entrevistado se limita a contestar, pero esto puede ser un gran error. Cada vez más, se valora una actitud proactiva. Hay que borrar el antiguo esquema de necesito el trabajo y diré todo lo que quieran oír. Ellos van a darte dinero a cambio de tu tiempo, entonces es importante que ambos estéis satisfechos con este contrato. Y eso pasa por preguntar lo que necesites para valorar tu incorporación a dicha empresa y mostrar tu iniciativa y ambición profesional.
Por eso, no solo es importante que el entrevistado formule todas las preguntas y dudas sobre las condiciones, funciones, política de la compañía etc, sino que, además, realizadas en el momento y de la manera adecuada, pueden ser de gran valor para el entrevistador, que además agradecerá ese flujo conversacional más que el antiguo esquema pregunta-respuesta.
Índice de contenidos
Qué preguntar en una entrevista de trabajo
Aunque se valora siempre una actitud activa durante la entrevista, hay que seleccionar muy bien las preguntas que vamos a hacer y de qué manera. Ya que hay una línea muy fina entre una actitud proactiva y parecer algo impertinente.
Sobre la compañía, sector y oferta
Desde que redactamos nuestra carta de presentación a una empresa es importante informarse sobre la compañía y sector al que aplicamos. Además, muy probablemente el entrevistador, a modo de presentación, nos cuente sobre la empresa, a qué se dedica y su contextualización. Es importante estar muy atento a lo que nos cuentan porque si preguntamos algo que ya nos han aclarado podemos dar una impresión negativa.
Algo muy positivo a la hora de preguntar puede ser sobre un proyecto concreto o algún partner o asociado. Eso mostrara tu nivel de conocimiento e interés sobre la empresa y/o sector. Por ejemplo, si es una agencia de publicidad puedes preguntar sobre una campaña en concreto, si se llevó algún premio en Cannes o si la realizaron en conjunto con algún asociado, etc.
Sobre las condiciones laborales, te recomendamos que esperes al final porque normalmente lo tratan en algún momento de la entrevista. Si no es así, al final puedes preguntar dudas sobre las condiciones, salario, funciones, proyectos, bonos, horario, etc.
Crecimiento y formación en la compañía
Esta es otra cuestión que muchos empleados valoran de las compañías. Pero también, las empresas valoran la ambición profesional del empleado. Hay que desligarse de la actitud de la empresa ordena y yo ejecuto o de la de soy un Superman y he venido a salvar la empresa. Se trata de combinar seguridad con humildad y hacer mención a crecer juntos, de la mano, en equipo.
Por ello, en este sentido, preguntar por la formación al equipo y el crecimiento en la empresa es algo muy positivo y atractivo para el reclutador ya que entenderá que eres una persona que valora el esfuerzo y el aprendizaje como herramienta para conseguir sus objetivos profesionales.
Dudas concretas
Si durante la entrevista sientes que te quedan algunos flecos sueltos puedes preguntarlo tanto en la conversación como al final. Quizás sea más dinámico en el momento que te surja la duda -entiéndase cuando se esté hablando del tema- pero es importante que no interrumpas todo el rato y que dejes hablar ya que seguramente te la despejen sobre la marcha.
Por ejemplo, el lugar físico dónde tendrías que trabajar. Si no queda claro durante la entrevista puedes preguntarlo al final: Me ha parecido entender que la formación inicial es en Madrid capital pero luego el trabajo en sí sería en las oficinas de Alcorcón, ¿correcto?
Qué preguntas no debemos hacer en una entrevista de trabajo
Es tan importante tener claro qué preguntar en una entrevista de trabajo, como lo que NO debemos preguntar.
Que se traduzcan como falta de interés
Evita preguntar cosas que puedan denotar una falta de interés, tanto en el futuro trabajo como en la entrevista en sí. Si preguntas al final cosas que ya te han aclarado al principio puedes quedar muy mal y muy probablemente descartado. Preguntas en las que se entrevea que el horario no te convence como por ejemplo si podrías hacer tu propio horario, no son bienvenidas.
Tampoco es recomendable preguntar por los descansos o días de asuntos propios etc. No has entrado aún a trabajar y parece que ya estás cansado. En las condiciones sí puedes preguntar por los días de vacaciones por supuesto o el tipo de contrato, pero los descansos puede interpretarse como que el entrevistado es algo vago.
Lo mismo con fumar. No preguntes si se puede salir a fumar, vas a quedar muy mal. Aunque sea algo importante para ti, no lo comentes. Seguro que una vez entras a trabajar, conocerás el protocolo para hacerlo.
Que se traduzcan como falta de conocimiento
Tampoco son muy bien valoradas las preguntas derivadas de un desconocimiento básico de la empresa, el sector o funciones básicas del cargo. Esperan del candidato que haya investigado algo sobre el sector y el puesto en ese sector. Aún así te harán un resumen previo seguramente durante la entrevista así que evita preguntar cosas básicas sobre qué hace exactamente la empresa, etc.
Sobre el cargo también debe de quedar claro las funciones principales. Puedes preguntar algo más allá sobre tus funciones o alguna duda específica pero evita preguntar algo básico y no tan básico sobre la empresa y el puesto, sobre el que hemos dado a entender que somos el candidato ideal.
Preguntas personales
Muchas veces, las entrevistas son en un tono tan relajado y ameno que puede llevarnos a cometer el error del amiguismo. es posible que tengas ciertas coincidencias con el entrevistador pero deja que guíe él la conversación. No hagas preguntas personales aunque la atmósfera dé para ello. Deja que sean ellos quienes guíen la formalidad de la entrevista y adáptate de la manera más natural posible.
De igual manera, trata de contar tu vida de manera que sea el trabajo el que se adapte a ti. Por ejemplo, si estás en algún grupo de música no tantees el hecho de poder salir antes para los ensayos, etc.
La actitud clave en una entrevista de trabajo
Además de qué preguntar en una entrevista de trabajo, una actitud adecuada nos puede dar el empujón definitivo para el éxito.
Actitud de escucha
Es importante que escuchemos activamente todo lo que nos vayan a contar. A pesar de que un equilibrio conversacional pase más por un intercambio de frases, debemos mantenernos cautos, sobre todo al principio y escuchar y observar.
Eso nos dará la pista sobre cómo debemos de interactuar y si debemos.
A muchos reclutadores no les sienta bien que les interrumpan así que para descubrirlo deberás dejar hablar y esperar a que llegue tu turno. Si ves que la atmósfera requiere que participes más de lo esperado, no tengas miedo a participiar, por supuesto de manera comedida, en la conversación. Inicialmente, observa, asiente amablemente cuando estés de acuerdo o sepas de lo que te están hablando y espera tu turno para hablar. Una vez que empieces a responder, podrás identificar si la conversación se vuelve algo más natural y los feedbacks son bienvenidos.
Actitud proactiva
Es importante que sientan tu energía y tus ganas de incorporarte a la empresa. Para ello, tu actitud y tu lenguaje corporal serán tu voz en off en esta situación. Siéntate en una postura correcta, mantén las manos en posición media: no gesticules en exceso pero tampoco seas un muñeco.
Una actitud simpática, segura, respetuosa y agradable. Deja que te marquen el ritmo pero sin dejar de ser tú mismo. Muéstrate natural y trata de fluir con el tono de la conversación.
Actitud atenta
Es imprescindible que estemos atentos y procesemos toda la información que nos suministra nuestro entrevistador. De esta manera, mostramos que comprendemos de manera ágil la información, más o menos compleja, sobre una compañía.
Si te quedan dudas sobre ello, y no estás seguro de que te la hayan despejado al principio, mejor no la preguntes, puedes meter la pata y dar una imagen torpe de asimilación de la información.